Publicado por Ciudad del Gol
Ahora Melgar se acostumbró a empatar. Ante un San Martín irreconocible, el 'dominó' estuvo a cinco minutos de traerse una necesaria victoria. Sin embargo, una vez más se contentó con un punto en Lima.
Hablar de empatar a San Martín en Lima, en otro contexto, hubiese significado toda una hazaña tratándose del último Campeón. Pero hoy, el punto conseguido por Melgar ante los 'santos' en Lima sabe a casi nada. Es cierto que sumar es lo que importa. Y en esa línea, los rojinegros han apretado un tanto la tabla en el fondo. No obstante, no ganar desde hace ocho partidos ya es un tema que preocupa. Pero que no se entienda que al puntualizar esta racha se pide cambios en la dirección técnica. De eso ni se hable pues, aún perdiendo- Techera seguirá con el crédito abierto ante la directiva 'dominó', pues, como dijo Bustinza en la semana, el uruguayo sólo se irá si alguien puede pagar la rescisión de su contrato.
Dejando de lado ese tema, existen sin embargo algunas cuestiones esperanzadoras. Al margen de los dos goles de larga distancia, Carvallo va encontrando un nivel aceptable en el arco arequipeño. La defensa, aún con el 'pelado' Díaz ya no se equivoca tanto. Más bien, la contención en la volante fue la que no funcionó. Castro y Calcina apretaron poco. Y eso se notó cuando Labarthe (36') e Hinostroza (84') tuvieron el espacio suficiente para medir el remate, calcular la trayectoria y sentenciar a Carvallo.
Arriba, la dupla Rivero-Barros funcionó mejor de lo que se esperaba. Al menos, en lo poco que se llegó, demostraron efectividad, especialmente el 'charrúa' quien marcó el primero -de cabeza a los 13'- tras una buena habilitación de taco de Barros. El propio Rivero fue también determinante para el segundo gol, el de Fernando Del Solar (60'), al ganar la banda derecha y sacar un servicio rasante a los pies de 'Feri' para que este liquide a Farro elevando el balón cerca al parante izquierdo.
Pudo tener un mejor desenlace el periplo arequipeño por Lima. De hecho, en Arequipa, muchos hinchas pensaban que este sábado sería de gloria para Melgar. Pero no pudo ser. El empate sabe a poco; y en la situación del dominó se vuelve casi nada.
Hablar de empatar a San Martín en Lima, en otro contexto, hubiese significado toda una hazaña tratándose del último Campeón. Pero hoy, el punto conseguido por Melgar ante los 'santos' en Lima sabe a casi nada. Es cierto que sumar es lo que importa. Y en esa línea, los rojinegros han apretado un tanto la tabla en el fondo. No obstante, no ganar desde hace ocho partidos ya es un tema que preocupa. Pero que no se entienda que al puntualizar esta racha se pide cambios en la dirección técnica. De eso ni se hable pues, aún perdiendo- Techera seguirá con el crédito abierto ante la directiva 'dominó', pues, como dijo Bustinza en la semana, el uruguayo sólo se irá si alguien puede pagar la rescisión de su contrato.
Dejando de lado ese tema, existen sin embargo algunas cuestiones esperanzadoras. Al margen de los dos goles de larga distancia, Carvallo va encontrando un nivel aceptable en el arco arequipeño. La defensa, aún con el 'pelado' Díaz ya no se equivoca tanto. Más bien, la contención en la volante fue la que no funcionó. Castro y Calcina apretaron poco. Y eso se notó cuando Labarthe (36') e Hinostroza (84') tuvieron el espacio suficiente para medir el remate, calcular la trayectoria y sentenciar a Carvallo.
Arriba, la dupla Rivero-Barros funcionó mejor de lo que se esperaba. Al menos, en lo poco que se llegó, demostraron efectividad, especialmente el 'charrúa' quien marcó el primero -de cabeza a los 13'- tras una buena habilitación de taco de Barros. El propio Rivero fue también determinante para el segundo gol, el de Fernando Del Solar (60'), al ganar la banda derecha y sacar un servicio rasante a los pies de 'Feri' para que este liquide a Farro elevando el balón cerca al parante izquierdo.
Pudo tener un mejor desenlace el periplo arequipeño por Lima. De hecho, en Arequipa, muchos hinchas pensaban que este sábado sería de gloria para Melgar. Pero no pudo ser. El empate sabe a poco; y en la situación del dominó se vuelve casi nada.
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